Es una pena ver como la sabiduría y el sentido verdadero de las cosas se va perdiendo con el paso del tiempo. Estamos siempre atraídos y atrapados por todo lo externo, distraídos por lo que ocurre a nuestro alrededor y mirando muy poco hacia nuestro interior, sin prestar atención a las verdaderas necesidades de nuestro cuerpo. Debemos tener Hábitos Saludables en Verano.
La Medicina Tibetana
Estudiando Medicina Tibetana me llegan recuerdos de los consejos que me daban mi madre y mis abuelas y que me parecían absurdos, como por ejemplo: “no te sientes en lugares húmedos”, “abrígate bien los riñones”, “no te bañes cuando estás menstruando”… y que nunca hacía caso porque creía que eran creencias o supersticiones antiguas y sin ningún fundamento.
Creo que el problema está en que cuando se transmite un conocimiento o costumbre, sin explicar la razón, se convierte en una especie de superstición. Si mi abuela me hubiera sabido explicar el porqué y me hubiera hecho comprenderlo, seguramente le hubiera hecho más caso. Claro que posiblemente ella no supiera darme la explicación, sólo que era malo para los ovarios, que podía coger un enfriamiento de vejiga, incluso que podía volverme loca.
Os cuento esto, porque ahora va teniendo sentido todo lo que me decían, ahora comprendo los motivos. La Medicina Tibetana explica de forma clara y sencilla como mantener la salud, como mantener el cuerpo, la mente y las emociones en equilibrio, para prevenir futuras enfermedades y entre otros muchísimos consejos de salud aparecen estos que yo recuerdo.
Como explica mi maestro el doctor Lobsang, la vida es como subir una montaña y los excesos que hagas en la subida los pagarás en la bajada. La cima de la montaña está aproximadamente en los 50 años, a partir de ahí comenzamos a descenderla.
Adquirimos muchos malos hábitos en verano que parecen inocuos porque no se aprecian efectos negativos de inmediato, pero al igual que la piel tiene memoria para el exceso de sol, ocurre lo mismo con otros hábitos. Se van acumulando sin dar señal alguna hasta que con el paso de los años empiezan a dar la cara, como problemas de artrosis, artritis, varices, retención de líquidos, problemas urinarios…
Por ejemplo, ahora que estamos en verano, cometemos una gran cantidad de errores que resultan muy perjudiciales para nuestra salud a medio y largo plazo.
Temperatura Óptima para el Cuerpo Humano
El cuerpo humano necesita una temperatura constante que está entre los 35,5 y 37ºC. Es fundamental para el buen funcionamiento de órganos, sangre, músculos, etc. Cuando no tenemos suficiente calor interno el metabolismo se vuelve más lento, el sistema inmune se debilita, disminuye la capacidad digestiva, favorece la obesidad y acumulación de grasas…
¿Qué hacemos cuando llega el calor?
Empezamos a tomar alimentos y bebidas frías, nos pasamos horas en agua fría como ducha, playa o piscina, nos tumbamos en la arena húmeda, llevamos poca ropa y muy ligera, ponemos aire acondicionado o ventiladores…
En fin tratamos por todos los medios de enfriar nuestro cuerpo porque sentimos calor externo. ¿Y qué hace el cuerpo? gastar más energía para neutralizar este frío que le metemos. Así nos pasamos dos o tres meses, enfriándolo y él produciendo más calor para compensarlo por lo que sentimos más calor aún…
Al final del verano nuestro cuerpo está más debilitado y sensible y cuando llega el otoño e invierno no tiene la capacidad suficiente para adaptarse al frío externo y empezamos con resfriados, gripes… y entonces tenemos que poner calefacción, estufas… tratamos de calentarlo de forma artificial y lo que conseguimos con el paso de los años es que el cuerpo pierda su capacidad de adaptación, su capacidad de regulación térmica. Y así cada vez nos volvemos más sensibles al frío y al calor.
¿Cómo podemos cuidarnos en verano y tener buen fuego interno para afrontar los fríos invernales?
Empezando por beber agua caliente cuando tengas sed, pues hidrata más y mejor. Al mantener el calor interno no existe un contraste tan grande con el calor externo, por lo que sentimos menos la sensación de calor.
Ducharte siempre con agua caliente, proteger los riñones con ropa, especialmente cuando dormimos, no dejar que se enfrié el sudor, no tomar nada frío de nevera…
Estos son solo algunos de los Hábitos saludables de Verano que debemos adquirir y sustituir en estas fechas.
Yo los he cambiado desde hace unos meses y estoy más que sorprendida con el resultado, ya que yo era muy muy calurosa y llevaba fatal el calor y este año por primera vez en mi vida siento el calor pero no lo sufro.
Cosmética Natural para el Verano
En este blog he compartido varias para esta temporada veraniega como el Bálsamo Regenerador, El Tratamiento Facial postvacacional, El Protector solar y El protector solar con zanahoria… En fin, echadle un vistazo al blog, que seguro encontraéis muchas mas recetas de Cosmética Natural Casera que os interesarán.😉👍
