¿Qué es el Gomasio?
El Gomasio, es un saborizante natural de origen japonés, significa sal de sésamo, goma (sésamo) y sio (sal) ya que su ingrediente principal es el sésamo. Es una sal muy aromática y sabrosa que los japoneses utilizan mucho en su cocina, para dar sabor a muchos platos, sobre todo al arroz.
Las semillas son la mejor fuente de proteínas que hay, incluso mejor que la carne ya que a diferencia de ésta, no dejan residuos en nuestro organismo y su asimilación es mejor y, en el caso del sésamo, además es más rico en calcio que la leche. Por eso cuando me preguntan cosas como «y tú qué comes» o «ese tipo de alimentación tiene carencias, ya verás cuando cuando seas mayor» (si, me han dicho eso) o «no sabes lo que te pierdes», no se por dónde empezar para explicarles que al contrario, que mi alimentación al ser mucho más variada e incluir todo tipo de semillas, frutos secos, frutas, verduras, etc… es también mucho más completa que la suya, más saludable y que no me pierdo nada.
El Gomasio es muy fácil de hacer y os aseguro que merece la pena, también lo venden hecho, pero yo la verdad es que todo lo que pueda hacer yo misma en casa lo prefiero y además es más satisfactorio por no decir económico. Os digo que merece la pena porque entre muchas cosas es muy energético, nutritivo, estimula la digestión y el sistema nervioso, contiene grasas insaturadas, minerales, vitaminas y mejora la circulación sanguínea y el sistema esquelético, es remineralizante….
PREPARACIÓN DEL GOMASIO
Ingredientes:
La forma de hacerlo es muy simple, solo necesitamos
- Sal, eso sí, marina y sin refinar.
- Semillas de Sésamo crudo, a ser posible ecológico.
La proporción de ambos ingredientes varía según nuestro gusto, desde 1 cucharada de sal por 5 de sésamo, hasta 1 de sal por 15 de sésamo, yo suelo poner 1 por 13.
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos de que no haya ninguna impureza en el sésamo y a continuación lo lavamos bien, lo secamos lo mejor que podamos con algún paño o servilleta de papel.
Lo ponemos en una sartén sin aceite ni nada y procedemos a tostarlo, removiéndolo continuamente , cuando empiece a desprender aroma y algún granito empiece a estallar como las palomitas será señal de que ya está. Entonces lo sacamos de la sartén a un recipiente y lo dejamos enfriar.
Mientras tanto en otra sartén tostamos ligeramente la sal, para quitarle un poco de humedad.
Una vez tengamos ambos ingredientes listos, colocamos la sal en el fondo de un mortero grande extendiéndola todo lo que podamos sobre el fondo y sobre ella el sésamo.
Entonces procedemos a presionar con la maza del mortero removiendo y apretando para que ambos ingredientes se junten y se rompan pero si machacar. No debe quedar pulverizado, sino roto, y quedarán algunas semillas sin romper pero es normal no pasa nada. En Japón utilizan una especie de mortero llamado Suribachi, que tiene una especie de estrías que facilitan el proceso. Yo uso un mortero de los de toda la vida y sale muy bien. No uséis un molinillo de café para ahorrar tiempo, el resultado no es el mismo, yo lo hice una vez y la diferencia de sabor, aroma y textura era enorme.
Una vez que lo tengamos listo, lo guardamos en un recipiente de cristal y en la nevera. No hay que preparar mucha cantidad porque hay consumirlo pronto, en una semana como mucho, ya que pierde propiedades.
Podéis usarlo para dar sabor al arroz, por ejemplo haciendo bolitas de arroz rojo o blanco y rebozándolas en gomasio, también para sazonar ensaladas, pastas, sopas, verduras…
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