Encuentra Tu Centro Energético

TU CENTRO ENERGÉTICO

Hoy voy a explicar un ejercicio (o meditación) que nos sirva de ayuda para esos momentos en que no somos capaces de controlar nuestra mente o cuando las emociones están golpeando fuerte en el corazón. Es importante ponerla en práctica cuando nos sentimos bien, hacerla con cierta frecuencia o a diario ayudará a que en el momento que más lo necesitemos nos funcione mejor.
Al igual que un árbol o una planta, necesitamos la energía del sol y la tierra para estar en equilibrio, para que cuerpo, mente y espíritu se mantengan en armonía. Las dos energías están en nuestro interior pero normalmente perdemos ese equilibrio, cediendo más ante una y descuidando la otra, así a veces estamos más en tierra y otras más en las nubes.

hara arbol

¿DONDE ESTÁ TU CENTRO ENERGÉTICO?

En el hara, el centro energético más importante de nuestro cuerpo, unos cinco centímetros bajo tu ombligo (tres dedos). En Oriente se le considera el segundo cerebro porque justo detrás se encuentra la mayor concentración de nervios que existe en el cuerpo, y en Occidente están empezando a descubrir que en esta zona se producen sustancias similares como serotonina, dopamina…de acción calmante y que influyen en las funciones emocionales entre otras (en nuestro intestino se producen más de veinte hormonas propias e interviene en dos tercios de las actividades del sistema inmunitario).

Observa dónde estás respirando de forma habitual en tu día a día, respiras en la zona alta del cuerpo (pecho, hombros), o en la parte baja (abdomen). Si respiras en la parte alta serás más vulnerable a las emociones y a los imprevistos de la vida y reaccionarás más descontroladamente. Si respiras en la zona baja serás más capaz de mantener tu estabilidad emocional y de adaptarte mejor a cualquier imprevisto. Al igual que un árbol, si tus raíces son débiles ante cualquier tormenta te tambalearás con mayor facilidad, pues tu centro de gravedad está en el pecho, demasiado alto para mantener equilibrio.

En cambio si un árbol tiene buenas y fuertes raíces aguantará con facilidad las tormentas, incluso si son fuertes, si tu centro está bajo tendrás mayor estabilidad.
Así que este ejercicio comienza cerrando los ojos y observando cómo te sientes y como respiras, y observamos donde tenemos más energía trabajando en este momento, en la cabeza con pensamientos repetitivos, preocupaciones… en el pecho con emociones descontroladas, nervios, tristeza… o en nuestro hara (abdomen) sintiendo calma, seguridad…
Para los momentos en que tu energía se encuentre muy activa en la zona alta (cabeza y pecho) este ejercicio de imaginación te servirá para estabilizarte.

dan tian - TU CENTRO ENERGÉTICO

Cierras los ojos y te imaginas muy pequeñita dentro de tu cuerpo, imaginas que tu cuerpo es como un gran edificio de tres plantas en el que tú vives.

El primer piso es tu cabeza, imaginas su interior como una gran sala donde trabajas, tomas decisiones, están tus ordenadores, etc., es la zona de trabajo, de pensar y decidir, con dos grandes ventanas por donde te llega la información del mundo.

Desde el centro de ese piso desciende una escalera (puedes imaginar a tus vértebras como escalera) que te permite descender a la sala del corazón. En esta sala se gestionan las emociones, las relaciones personales …

Desde ahí sigue descendiendo la escalera hasta el abdomen, donde se encuentra el hara.

En este lugar imaginas un confortable y acogedor salón, con una hermosa chimenea que desprende un agradable calor, delante de esa chimenea tienes un cómodo sillón o sofá o cojín… lo que más a gusto te haga sentir, es el lugar más placentero que existe en el mundo, en él no existen pensamientos ni emociones, solo sensaciones de paz y calma, sólo sientes, todo está perfecto cuando estás en este salón.

Una vez que hayas imaginado ya como es ese edificio en el que habitas, sólo tienes que recordarlo y cuando te sientas mal a nivel mental o emocional utilizar las escaleras.

Si tu cabeza no puede parar, imagina cómo bajas muy lentamente por las escaleras del primer piso al segundo y de éste al tercero, despacio muy despacio, hasta llegar a tu cálido salón. Tanto si son tus emociones o tus pensamientos los que están activos, sales de esa sala y desciendes lentamente a tu salón. Cada vez que sientas demasiada energía en la parte alta de tu cuerpo, desciende. Incluso puedes imaginar cómo los pensamientos que no necesitas los metes en una caja y los quemas en tu chimenea.

Y cuando es el corazón el que tiene exceso de cualquier tipo de emoción, igualmente bajas lentamente las escaleras y quemas lo que no necesitas o simplemente te sientas a respirar sintiendo la calidez de ese lugar.

Es una poderosa herramienta si la practicas, que te ayudará a controlar y tomar poder sobre lo que te ocurre, sobre tu mente, sobre tus emociones, sobre tu cuerpo. Te ayudará a encontrar la calma, cuanto más lo utilices mejor funcionará. Lleva tu respiración y atención a tu hara y notarás la diferencia.

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2 comentarios

  1. Este ejercicio de meditación para mí es muy bueno porque yo estoy siempre arriba y me hace mucha falta bajar, lo recomiendo a todos los que viven con muchas emociones y dejándose llevar por ellas.

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