Salmorreta
sí, sí, Salmorreta, la receta de hoy se llama así. Es un nombre, hay que reconocerlo, bastante feo, al menos para mi gusto. Cuando lo oyes por primera vez te suena muy raro pero es bien sabido que no debemos dejarnos llevar por las apariencias y eso es aplicable a esta receta, porque a pesar de ese nombre es una pasada.
Lo que más me gusta de esta receta es que es superpráctica, la haces hoy y puedes usarla varios días después, hasta que se te acabe. Ya sabéis que a mí me gustan las recetas sencillas y sin complicaciones y esta cumple esas condiciones a rajatabla.
Pero, ¿qué es la Salmorreta? os estaréis preguntando quienes, como yo, no hayais oído hablar de ella hasta ahora. Pues es una especie de salsa que se usa como base para los arroces en la cocina alicantina. Es el secreto para que sus arroces queden tan ricos ya que lo que consigue este aderezo es aportarle mayor intensidad y contundencia de sabor a la receta.
Por supuesto fue oír hablar de la Salmorreta y querer probarla y, una vez probada, querer compartirla con vosotres, porque para eso está este blog. Para haceros partícipes de las cosas que me gustan, que me interesan y que creo que merecen la pena! Como podéis imaginar, dado que es la receta de esta semana, me ha gustado, y mucho. Me parece muy útil, sobre todo porque puedes hacer en cantidad y guardar en el congelador lo que sobre para usarlo más adelante. Y también creo que puede quedar perfecta en gran variedad de platos así que, en los próximos días estaré probando a hacer cosillas con esta salsa y a ver qué sale! 😀
A pesar de ser una receta tradicional, hay miles de versiones en internet, como ya sabéis. Yo he estado ojeando varias y, al final, me he decantado por hacerla de esta forma que es como a mí me pareció más sencilla.
Los ingredientes:
- -unos cinco dientes de ajo
- -2 tomates maduros a ser posible
- -3 ñoras
- -unas hebras de azafrán
- -aceite
- -sal
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La elaboración:
Lo primero que haremos será rallar los tomates con un rallador, desechando las pieles. Cortamos los ajos a la mitad, y los ponemos en una sartén con un poco de aceite y los dejamos a fuego suave hasta que se doren. Cuando ya estén doraditos añadimos las ñoras, que habremos despepitado previamente, enteras tal cual y las dejamos un poco con los ajos para que frían un pelín, con cuidado de que no se quemen. Lo que yo hago es presionarlas ligeramente, por el lado de la carne, contra la sartén para que estén bien en contacto con el aceite caliente. Las dejo así un minutín o dos y ya agrego las hebras de azafrán para que se tuesten un poquitín. Luego incorporo los tomates rallados, sazono y dejo que se haga todo junto a fuego suave hasta que se evapore todo el agua de los tomates y adquiera una textura más espesa.
Así más o menos
Ahora que ya está listo, lo ponemos en el vaso de la batidora y trituramos hasta que quede una salsa cremosa y homogénea.
Y así es como queda.
Y cómo se usa? pues de la siguiente manera:
Primero sofreímos, como siempre para el arroz, unas verduras, las que vayamos a usar, por ejemplo cebolla, calabacín, setas….lo que queramos. Cuando estén al punto, añadimos una cucharada de Salmorreta por persona y rehogamos. Incorporamos el arroz removiéndolo unos instantes y finalmente, agregamos el caldo y ya está, dejamos que se haga como cualquier paella. Y qué hacemos con lo que sobre? pues lo podemos congelar. Ponemos en una cubitera, una cucharada en cada hueco y al congelador hasta su uso. Así cada vez que queramos hacer un arroz ya tendremos una buena parte del trabajo hecho!
Nota: Nada más terminar de escribir esto, tenía que ponerme a hacer la comida y me dió por probar a hacerla con pasta y, como imaginaba, espectacular!!! Así que nada, animaos a hacerla y como yo, a probarla con más recetas! 😀
Veganízate!!! 
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